Blogia

Por si pierdo las maletas

muchas veces, noticias y canciones

Hacía ya tiempo que no escribía aquí.

Pero yo nunca dejo de escribir, aunque no lo publique. Muchas veces es mejor no decir lo que piensas, es mejor no publicar lo que realmente sale de ti, ni lo que pasa por tu cabeza. Muchas veces,  no sirve de mucho..o de nada. 

Me he propuesto muchas cosas para éste año, que seguro que las conseguiré, jeje por qué soy SUPER ISA!!!!! jejeje no, en serio, espero que así sea, porque aunque no es plato de gusto para mí, sé lo que realmente quiero, y he de ir a por ello, pues muchas veces no nos dejan otra alternativa, o no quieren ver lo que es mejor para nosotros,

Y para ello, hay que enfrentarse,  en algunas ocasiones de un modo que no nos agrada, pero si no nos dejan otra opción... es lo que tenemos que hacer para seguir adelante, aunque sea ificil, o sea la alternativa que nunca deseábamos.

Pero bueno, dejaré de hablar de estas chorradillas, y os iré que tengo DOS MASCOTAS EN ESTE BLOG! Lulila, una perrilla muy gracosa y Yiyo2, para verlos tendréis que bajar abajo del todo, donde estan los enlzaces, y creo que ahí los podréis ver perfectamente jejej son muy majos ellos jeje Pues nada como hace ya tiempo, q no esribo hare este articulo mas completo poniendo una cancion espeor que os guste.

POR SI PIERDO LAS MALETAS

Hoy me he dado cuenta que he cerrado, de momento,
la puerta, pero siempre me dan llaves por si pierdo
las maletas por ahí.
Me olvido la risa pues la vida siempre te mete prisa,
los dolores de cabeza son momentos que me recuerdan a tí.
Se me enreda la lengua de nombrarte,
¿dónde estas para arroparme,
criar cuervos siempre será así.
Reconozco que no ha sido ningún drama,
ya he recogido mis ranas y las he dejado ir.
Hoy tengo el antojo de llevarme en cajas todos los ojos
que han llorado mis errores y han fumado los vapores de mi sien.
No gasto palabras, ya me marcho, en un abracadabra,
ahora me daran consejos, y yo perderé el pellejo por volver.
Se me enreda la lengua de nombrarte,
¿dónde estas para arroparme,
criar cuervos siempre será así.
Reconozco que no ha sido ningún drama,
ya he recogido mis ranas y las he dejado ir.

 

En el metro

Se que no volverá a pasar.

Que cuando cierre los ojos en el metro, va estar sentado, tras unas paradas, otra persona frente a mí, y que quizás no vuelva a ver a la que minutos antes me escrutaba con la mirada, o me sonreía otras veces.

--------------Me daba un pañuelo de papel cuando me veía llorando------------------

Es cierto, muchas veces no se cortan en mirarte de una manera ofensiva, o de desprecio, por ir con un palestino, y ellos con una chapita de la bandera de España, o sacar tu monedero, con las rayas de colores de la bandera del orgullo, y enganchado a él: una chapa del Che Guevara, y el símbolo de la paz.

Los menos son, los que te abrazan con una mirada, o te levantan del hoyo con una sonrisa…

Pero podemos contar, con un par de manos, a  aquellos, que sin preguntarte, te dan un pañuelo de papel, te miran, te sonríen, te estrechan la mano al dártelo, y se despiden con un breve pero caluroso apretón en el hombro, que te dan ánimos para seguir adelante.

Es curioso, se ha quitado el guante para ello, así, sin dobleces, sin nada escondido en la manga, sin falsedades, ni engaños, ni juegos de ningún tipo. Sin intención de alma caritativa, le ha salido espontáneo…

Me llama la atención cómo un extraño, es capaz de darte lo que otros no hacen aún estando tan cerca. Y es que, nos perdemos tantas oportunidades de conocer a gente que realmente merece la pena… ......

Después (Delincuentes y Bebe)

Después del humo negro
hay que ser valiente y despertar
y vivir, como vive la gente
hay que ser valiente amigo
yo tengo q volar!!

No, ya no puedo quedarme aqui,
si tu qieres quedate tu
esta vida no es para mi
yo quiero vivir
con amor, con mi gente abajito del sol
con las olas y al amanacer
como un niño o jugando otra vez
sin parar de correr
después...

(jejeej canijo ahora te toca a ti... )

Estoy embrujado y ladro como un perro
yo me siento un animal, la oscurida me puede y me lleva
si me aburro miento, yo solito me abro las heridas
sin ideas yo retengo, el destino de mi pobre vida
Yo no quiero malos rencores , sólo busco todas las salidas
liberdad que me espera mas allá del Sur

Te digo que no
yo no puedo quedarme aqui,
si tu qieres quedate tu
esta vida no es para mi
yo quiero vivir
con amor, con mi gente abajito del sol
con las olas y al amanacer
como un niño jugando otra vez
sin parar de correr
...eeehhh eeehhhh....

Hace mucho tiempo que he acordao yo con el viento
con las nubes del cielo azules
escuchar ala gente porque
ya se sabe si eres malo, tienes al mundo aterrorizao
con la guerra y con los misiles ,el potaje;nunca lo has probaó
no se si a mi me ha pasao ,que me siento perdedor
yo te juro por mis cuernos que tengo que seguir

Yo te digo que no
yo no puedo quedarme aqui
si tu quieres quedate tu ,esta vida no es para mi
yo quiero vivir y comer jamón!!
olvidar para siempre el reloj
caminando hacia el atardecer
como un niño;o jugando otra vez
sin parar de correr..
.....lerelelerelele!!!....

Después...
de un largo tiempo escondio (escondido)
todo oscuro con hambre y muerto de frio
sin nada que hacer, tan solo esperar
busco libertad amigo mio tengo q volar
tengo que volar!!...Que te juro Miguel tus manos grandres yo quiero tocar!!!  y yo quiero volar y en la mochila los delinqüentes te voy a llevar

Caja de Musica Desafinada

Una caja vacía y complicada, con muchas aperturas, y muchas capas, muchas formas de abrirla, pero muy pocas maneras para entrar en ella. Tiene un poco de caja fuerte, pues cada cosa que es capa de entrar, incluso de hacerse un hueco en su interior, nunca saldrá, o si por el continuo transporte de la caja, o de las cosas, algo acaba fuera, y sale, nunca perderá su lugar dentro de ella.

Tiene algo de infinito, sin fondo; algo de oscuro, ésta caja es y depende; es fuerte, resistente, por fuera, pero por dentro tiene materiales frágiles, y necesita de los objetos que tiene dentro para amortiguar los golpes que pueden dañarla por dentro. Debe de ser incómoda, pues pocos objetos se quedan en ella mucho tiempo, aunque ella si que les sigue reservando su espacio, para cuando quieran volver. Siempre les estará esperando, con una canción en sus paredes.

Es una caja de música, aunque desafinada.

4 de diciembre

Silvia Penide, continua como hilo musical de mi habitación.

Cómo vestigio de lo que aún queda por descubrir, me sorprendo escribiendo, sin parar, sin saber bien que decir, sin conocer cómo me he de expresar, sin establecer ningun tipo de definición concisa sobre mi.

La verdad no sabía por donde empezar
al final me decido por contar
que me gusta escucharte con toda tu magia,
que mi risa se alegra de que revolotees a mi alrededor

HEROINA DISTINTA DE BLANCAS ALITAS
 D ANGULOS INFINITOS
D OJOS ARTISTAS ALMA DE PURPURINA
JUPITER  DE HOMBRES GUAPOS
Y UN DRAGÓN COLORADO EN EL PANTALÓN

Encuentro textos,  de hace unos días. La noche, me quema, la noche me pierde, la musica enlos oidos es lo unico que me mueve.

Brillo, difuminado color de mis ojos, en una foto que me hecho cn el móvil, no m reconozco a mí misma, no reconozco mi voz.

Canto en la calle cuando no me escucha nadie, y en mi casa en voz baja para no despertar a nadie, bueno, a mi madre, no hay nadie más.

Yo soy yo y nadie más, yo soy yo con mi vida, y nadie puede vivirla por mí, yo decidido como quiero vivirla, y lo que quiero sentir, lo que quiero cantar, lo que quiero escuchar, lo que quiero gritar q en invierno todo no es realidad. Xo sobre todo yo decido, con qué quiero soñar, en qué quiero pensar.

Pero hay muchas cosas, que yo no puedo cambiar

 

Me canso

Me cansado ya. Estoy cansada de muchas cosas, de curas que se meten desde su celibato con los que se aman, que se olvidan de los que pasan hambre, o no se manifiestan contra una guerra, aunque “la paz” ellos proclaman.

¿De qué va el mundo? ¿De que va la peña? ¿De que voy cuando no sé a donde me dirigirán mis piernas?

Sigo caminando, sin rumbo, sin control, no vivo: sobrevivo.

Ésa es ahora mi canción.

No entiendo tantas cosas… no entiendo tantas otras, que cuando miro una foto, no sonrío, precisamente, no.

No entiendo la falsedad, ni las ausencias injustificadas, ni por qué las palabras se las lleva el viento, pero sólo para el que no las quiere escuchar, para quien no las quiere recordar. Y mientras, el que las repite cada vez más en su mente, para ese nunca se olvidan, y quedan presentes, como si estuviesen escritas.

No me gusta el dolor, ni las diferentes formas de sentir la muerte.

No entiendo la muerte injusta, no la entiendo no. Y estoy cansada de ella. Estoy cansada.

Pero cómo siempre desde mi yo, no soy capaz de arreglar nada, ni soy capaz de paliar esos sentimientos, de tristeza, angustia, pena, desolación, no consigo hacer sonreir al que sufre, no logro llegar hasta dónde me cierran las puertas, quisiera poder hacer tantas cosas, por ti, por vosotros… por ellos, por nosotros, por vosotros, por usted, por ustedes, por él, por ella… por mí…..

Pero sigo buscando una sonrisa, para regalar, hay gente que la necesita, pero ojala alcance, el objetivo que busca.

Sé que necesitas una sonrisa, pues que sepas, que ya te la he mandado.

Cuentecillo(mío)

Me he pasado un tiempo, viajando, descubriendo cosas que aún estando cercanas no había apreciado su color, quizás por estar cercanas no les habia prestado mucha atención, por eso he ido descubriendo nuevos mundos, en los que la realidad parecía simplemente una condición de tiempo y de espacio, que debía de estar ahí pero a la que no le hacía ni puto caso.

Pero estoy convencida de que lo que realmente influye en la manera de observar todo lo que nos rodea, de un modo más o menos lejano, cercano a la vuelta de la esquina... es la manera de mirar, de usar ese sentido de la vista, tan subjetivo en nuestros sentimientos, en nuestros pensamientos....

He viajado hasta el espacio, hace un rato para encontrarme con un lápiz en marte, miles de palabras flotaban en el aire, y se iban escribiendo solas unas detrás de las otras, pero el lápiz no tenía punta, y las palabras se iban desvaneciendo, pero no lo que me habían trasmitido conforme las escuchaba salir de mi boca, o simplemente, conforme las iba escuchando en mi mente... o recreando en mi memoria.

Estuve paseando otro día, y cerca de un bosquecillo, dónde me pareció ver a un conejo con un reloj colgando, vi ¡unas baldosas amarillas! Me resultó tan extraño y a la vez tan bonito... me sono a cuento, y me dije en los cuentos y en los sueños, se pueden hacer cosas, que quizás no harías (por que no se te presenta la oportunidad) en la realidad. Pero también es verdad, que yo sólo tengo la realidad como ese ente que nos sitúa en un momento y en un espacio....

 Así que dije, "pos no pasara nada si decido caminar sobre ellas algún sitio me llevarán ¿no?" o eso pensaba.

Lo curioso fue que no me llevaron a ningún sitio donde yo no hubiera estado antes, (me llevaron al País de Nunca Jamás), pero me sirvieron, para poner algo de color a mi camino. (Y encima mi color favorito: el amarillo)

Pero tengo que reconocer algo, aunque me cueste (todo hay que decirlo) me ajencié la primera baldosa, ¡vale, vale! lo siento!!!!!, pero prefiero tener siempre presente lo que he caminado antes de iniciar un nuevo camino, todo entra a formar parte de nuestra experiencia, y me gusta saber y conocer lo que paseado antes, además de ése modo, si me vuelvo a perder, sé hasta dónde he de retroceder, para retomar el camino. Pero tranquilos, que no soy cleptómana, además con eso de la magia, fue metermela en el bolsillo del abrigo (que resultó ser como el de Mary Poppins, sin fondo) y aparecer de buenas a primeras una baldosa igual.. asi que no me echéis mucho la peta.

Bueno a lo que iba, me ví cerca del barco pirata, pero no me dio buen rollo seguir allí, asi que decidí salir de ahí y dar una vuelta,me paseé por el campamento indio , fumé un poco de la pipa de la paz, (que por cierto sabía a regaliz) con el Jefe y Campanilla, Pedro estaba por la casa del árbol, así que no le pude ver, después de  charlar con el Hadita, (y ponernos un poco pedo de tanto algodón de azucar y nectar de vainilla) no se le ocurrió otra cosa a Campa, QUE ECHARME POLVOS MÁGICOS!!!!

Vamos que acabé dando vueltas por allí sin saber por dónde llegar a mi casa, pero me llevaba encima además de polvos mágicos, (para poder volar siempre y cuando quiera) un puñadito casi eterno de ilusión infantil que había perdido conforme he ido creciendo, y otro puñadito casi imperecedero de alegría, pues además de haber conseguido poner color (amarilllo Qguay!!) a mi camino, había puesto y depositado otra vez mi esperanza de volver a volar, aunque dentro de un tiempo (no quiero gastar el polvillo).

La verdad es que no acabé en mi casa, acabé en una casita muy, muy pequeñita, con 7 camitas, 7 sillitas....pero eso será otra historia.

De momento me quedo con baldosas amarillas en mi camino, recien pintadas; un poco de ilusión infantil, que determinado sentimiento me había borrado; y alegría por saber que podría volver a volar.

 

Me enciendo un cigarrillo y salgo a la terraza

Me enciendo un cigarrillo y salgo a la terraza

Me he encendido un cigarrillo y he salío a la terraza
para ver si saco brillo a esta triste ciudad
no consigo poner ritmo a éste rollo de vida
sólo tengo pesadillas, dejare de soñar.
 
Y de fumar, para llenar de aire limpio mis pulmones
para ver si saco más que el humo de mis temores
y de mis labios algo más que alquitrán.
 
Probaré a decir en voz alta lo que escribo.
Lo que canto en la terraza cuando hay frío
Miraré más que el horizonte al observar
Buscaré nuevas miradas,
Buscaré nuevos balcones
Y desde su barandilla echar a volar

Echar a volar para que la vida sea menos pesada
Para que mis caricias lleguen sin estar presente
Y desde el cielo poder cuidar de los demás
Sin que vean como les lanzo palabras
De aliento, en un mal día,
De cariño, un mal momento
Un abrazo cuando ya no puedas más
Sin que sientan que le echo en falta,
Al menos allí arriba podré volar.

Me he encendido un cigarrillo y he salío a la terraza
para ver si saco brillo a esta triste ciudad
no consigo poner ritmo a éste rollo de vida
sólo tengo pesadillas, dejare de soñar.

Y de fumar, para llenar de aire limpio mis pulmones
para ver si saco más que el humo de mis temores
y de mis labios algo más que alquitrán.

Probaré a poner sabores a ésta vida
Una franja de morado a la Nación.
Y formar una bandera de colores,
Con arco-iris, marihuana,
una canción al Che Guevara,
un fúsil, que lleva dentro una flor
y me pondré un cascabel
para no perderme nunca más

Me he encendido un cigarrillo y he salido a la terraza
para ver si saco brillo a esta triste ciudad
no consigo poner ritmo a éste rollo de vida
sólo tengo pesadillas, dejare de soñar.

Y de fumar, para llenar de aire limpio mis pulmones
para ver si saco más que el humo de mis temores
y de mis labios algo más que alquitrán.

 

20 de noviembre

No tenía muchos años, en su plena juventud, creía conocer casi todos los secretos de la humanidad:

Sabía que el hombre era un ser egoísta, que sólo le importaba lo que a los demás: un brillante futuro laboral, para poder atraer a cuantas más personas mejor.
El hombre como ser racional había fracasado en los objetivos que se propusiera, pues no le faltaba la razón de los Ilustrados para llevar a cabo todos sus objetivos y metas profesionales y personales.
Pero como ser racional, el ser humano no había sido un éxito su elaboración de planteamientos utópico en la sociedad, (que albergaba cada vez a más y más personas, de diferente procedencia, de diferentes costumbres culturales, de diferentes discapacidades tanto física y psíquicas…) y la tolerancia que él pretendía contar en su poder, sólo era fruto de su propio egoísmo, y como la utopía, la tolerancia, no existía en los elementos prácticos de su mente.
Creía pues que lo mágico de la utopía y la tolerancia era su propia irrealidad. Siempre creerá en ella, pero nunca en su poder.

Como decía, no tenía muchos años, conocía casi todos estos fracasos del ser humano, y se afirmaba a sí mismo que todo en lo que el ser humano creía, tanto en la práctica como en la teoría, también contaba con esa irrealidad que ellos mismos daban a la utopía y a la tolerancia.

No creía en la felicidad, si no se encontraba así mismo, no creía que el vacío que siempre siente el hombre para y con su existencia llegara a tenderse lleno, no creía que  Madrid pudiera tenderse tranquilo, no creía que en sí mismo, se pudiera alcanzar la paz.

 Pero sabía el modo de tornar las pesadillas en un bonito sueño. No tenía ni tiempo, ni espacio, vivía siempre en su pequeño mundo, en el que sólo tenía cabida a sus pensamientos, recuerdos, canciones olvidadas, que albergan el mismo significado. A nadie le abría el baúl de los sentimientos, ni el baúl de los recuerdos, fácilmente. Y si alguna vez lo había echo, entonces es que esa persona realmente merecía la pena.

Escribía siempre en lenguaje cifrado, y volvía casi siempre a andar lo andando, el día anterior, para recoger lo que el día de antes se le había caído: un trocito de su tiempo, un tiempo y un espacio, ni perdido ni olvidado, (aunque los demás quisieran borrarlo de un plumazo)

Por ello no creía en el tiempo, ni en el espacio. Podría estar en un lugar, en una hora, minutos y segundos determinados, pero él estaba a años luz, viajando a algún lugar sagrado, de los antiguos Mayas, de la Corte del Rey Sol, a alguna estrella en verano.

Era capaz de revivir, y vivir en el pasado, siendo el futuro, un valioso aliado, para parar el tiempo, para no seguir andando, para seguir escribiendo cuentos, que guardaba en algún lugar. Para seguir dando caricias, para seguir contando versos, para seguir cantando Buenos días, y poder seguir dando besos.

Era un ser muy extraño a los ojos del resto. Un ser demasiado profundo desde mi punto de vista, demasiado pesado para sí mismo, y demasiado poco egoísta hacia su propia persona.

Amigo de sus amigos, con alguna frase de alguna canción siempre en sus labios, era alegre, hacia fuera, y serio y duro consigo mismo. Lo único que quería era sentirse útil, odiaba ser sólo brisa, anhelaba dejar huella en algún lugar, y que nunca se borrara.

No quería ser una gran superpotencia, sólo ser una provincia en el país de los que él quería, quería dar siempre sonrisas, abrazos, miradas, pero no quería que le dejasen en la estacada.

Se encontraba perdido, por eso se refugiaba en su mundo, se sentía aunque sólo, bien en ese sitio.

Una vez me contó todo esto, y sé que muchas más cosas se calló, por miedo (creo yo) a que cómo tantos otros desapareciera de su vida, y a quedarse él sólo, con tres canciones, y un póster del Che Guevara y un bebé en su habitación.

 

Flores, o nubarrones

Parece que es todo mejor pintar las nubes del color que quieras (aunque sólo veas nubarrones negros) y escribir cosas bonitas, al fin y al cabo eso se lleva. No vamos a ser aguafiestas.

Es mejor, aparentar, total, es mejor que sólo tú sepas cómo te sientes, (es más aburrido, pero así no cansas a la gente) y mientras, sonríes. (Es mejor que la cara acelga que se te queda)

Hoy a sido un día feliz, muy, muy feliz He salido al campo, he cogido flores amarillas, y el cielo estaba despejado, parecía que era mayo, o mejor vamos a decir junio. Dentro de poco será agosto y estaré por el sur, recorriendo cada silueta de la arena de la playa, y estaré viendo los restos de la salada mar, granitos de sal en tu pelo. Y pasado, iremos a un concierto, y lo pasaremos de miedo.
Y mientras hoy sigo viendo las nubes amarillas, (así las pinto yo) recogiendo flores de colores. Viendo a muchos niños reír, ¡ESTAMOS EN VACACIONES!

Es mejor contar las maravillas, aunque todas, sean mentira.

Eduardo Galeano (Un par de cuentos)

La Pequeña Muerte

 No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

 

Nochebuena

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizás pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó la mano:

-         Decile a… - susurró el niño -. Decile a alguien, que yo estoy aquí.

 

Mi rompecabezas (Silvia Penide)

No se cómo seguir adelante,
se que a veces soy insoportable
pero tu también.
Voy a esconderme cómo una avestruz de la luz,
de tu luz.

Cambio mis notas musicales por cada uno
de los portales en los que al principio
me quitabas la ropa en la calma.
Cambio todos mis paraisos
por el rincón que ocupo en tu sillón
en invierno con el radiador

NO ME DIGAS QUE VAS A CAMBIARME
POR OTRA BOQUITA QUE RONDE
TU CUERPO BLANQUITO
O TAL VEZ POR UN PUÑADO DE SUEÑOS
QUE ESCONDIDOS TRAS LA ESQUINA
NO SE SABE SI SERÁN O NO SERÁN

OHH NO, NO ME DIGAS QUE VAS A DEJARME
CON LA ILUSIÓN ATURDIDA SÓLO PORQUE PARECE
DIFICIL ARMAR MI ROMPECABEZAS
AY AH, AY AH.... AH.
MI ROMPECABEZAS
AY AH, AY AH.... AH.

Ibamos caminando siempre hacia adelante
¿y ahora qué? ¿y ahora qué?
volver a empezar no quiero
con otra persona no puedo ayudame
quédate No

NO ME DIGAS QUE VAS A CAMBIARME
POR OTRA BOQUITA QUE RONDE
TU CUERPO BLANQUITO
O TAL VEZ POR UN PUÑADO DE SUEÑOS
QUE ESCONDIDOS TRAS LA ESQUINA
NO SE SABE SI SERÁN O NO SERÁN

Ay NO, NO ME DIGAS QUE VAS A DEJARME
CON LA ILUSIÓN ATURDIDA SÓLO PORQUE PARECE
DIFICIL ARMAR MI ROMPECABEZAS
AY AH, AY AH.... AH.
MI ROMPECABEZAS
AY AH, AY AH.... AH.

Mi rompecabezas Mi rompecabezas
Mi rompecabezas mi rompe mi rompe rompe rompecabezas
Mi rompecabezas mi Rompecabezas
Ahhhhhhhh ahhhhhhh ay ahhhhhhhhhhhhh
ay ahhhhhhhhhhhhhhh
ahhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhh ay ahhhhhhhhhhh
ay ahhhhhhhh ahhhhhhhhhhhh


 

13 de noviembre

No le encuentro sentido a nada ni a esto ni a lo otro, la vida me encadena a obligaciones y aglomeraciones, en el metro, en el autobús, ni en mi casa puedo estar agusto escribiendo cantando, llorando....... Y huyo a la calle, dónde el frío que nos grita que dentro de poco es Navidad y así como hubo un tiempo en el que todo había cambiado... ahora  todo vuelve a ser igual, me recuerda cómo el calor es posible, cómo parecía hace meses todo más fácil.

Y vuelvo a ser yo, a no encontrar nada que realmente valga la pensa,nada que me llene en lo más profundo y me cante que sigo viva, que sigo sintinedo y viviend... conuna diferencia, ahora sé que es ser feliz. Y nunca podré olvidarlo.

Estado leyendo los anteriores post de este blog, y me ha sorprendido ver cómo en el momento enel que estado tan feliz, apenas escribo, pues había alguien que recibía esos escritos. Y como en los momentos, cómo en el que me encuentro ahora, escribo sin parar, no todo lo escribo aquí, decenas de hojas se esconden de miradas de curiosos entre cuadernos, libros... cajones.

Me he dado cuenta, de cómo nos influye en el día el sueño que tenemos en la noche, y cómo no podemos mandar sobre los sueños, y no se porqué pero en ellos siempre aparece la misma persona.

 

11 de noviembre

Cuando hoy he terminado la primera clase, (la única, pues al final he hecho unas pocas de pellas) me encontraba yo sola sin saber que hacer, durante la hora y media siguiente mis compañeras tenían clase, por lo cual, disponía de un tiempo precioso para explayarme a mis anchas, para hacer lo que quisiera, pero no sabía que hacer.

Me enchufo los cascos a mis oídos, y comienzo andar, hacia la puerta de mi facultad, continuo andando, pero sin dirigir a ningún rumbo mis pasos, sigo avanzando, cruzo a penas sin mirar la carretera, y llego hasta la praderilla que hay enfrente. Continúo avanzando, y me introduzco en un mini, mini bosque que yo nunca antes había contemplado. Recojo dos plumas que encuentro en el suelo, son de palomas; no me gustan las palomas, pero sus plumas me encantan. Las recojo sigo caminando y llego hasta un lugar, desde el cual no se divisa a nadie, se ve de lejos la puerta de mi facultad, entrar y salir a gente, pero muy lejos. Se puede escuchar el ruido de alguna carretera cercana, pero de lejos, se oye muy lejano.

Se ven las marrones hojas caer de los árboles, y algún pajarillo revoloteando cerca del suelo. Y de pronto, me encuentro ahí de pie, mirando a ningún sitio, pero con los ojos bien abiertos, me siento muy lejos de mi mundo, tan lejos que de pronto, cómo si algo dentro de mi se hubiese despertado, y me hubiera confirmado que podía actuar con total libertad, he tirado mi cartera, dejándola caer a su suerte, me he puesto a girar sobre mí misma, gritando, cantando en voz alta la canción que sonaba en mis oídos. Girando cómo si en cualquier momento pudiera echar a volar a otro mundo, da igual cual sea, pero a otro.

Cómo si hubiera podido emplear las plumas de mis manos en levantar el vuelo y perderme en algún lugar dónde nadie me pudiese ver. las he soltado y ya me he sentido volar pues sólo me sentía yo, sólo me sentía girar sin parar parecía que ni tocaba el suelo, sin dejar de cantar….

A sido fantástico girar, cantar a voz en grito, sin nadie que me viese para pensar que estoy loca.

A sido genial sentir cómo volaban mis lágrimas mientras giraba, y seguir sintiéndolas una vez sentada, en el césped, dejándolas fluir por mis mejillas, cómo hacía tanto tiempo que no hacía. A sido estupenda la sensación de sentirme un suspiro del viento, un lamento del cielo, cuando empieza a llover.

He disfrutado tanto de ese tiempo, en el que nadie podía ni verme ni oírme llorar, nadie podía escuchar cómo cantaba a la vegetación que me protegía con frío, pero me protegía de lo que tanto miedo me produce, tanta tristeza..

Me ha protegido por unos minutos, y me he sentido arropada, pero quizás tu abrazo, habría sido la canción para esa ruleta rusa.

Respuesta de Sabina a la carta del Subcomandante Marcos

Respuesta de Sabina al Subcomandante Marcos
 


Joaquín Sabina contesto la misiva al subcomandante Marcos. Le anunció que en febrero de 1998 saldría a la venta la canción que compuso para el movimiento insurgente mexicano. El cantautor tardó dos años para acabar la canción. Esta carta esta fechada en Buenos Aires y más tarde se publicó en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Al Subcomandante Marcos

"¿ Dónde encontrar una excusa para tan terca mudez? Sucede que, cada vez con mayor saña, las musas se vengan de quien abusa del ripio y el do, re, mi. Qué puedo contarte a ti, que no sepas de memoria, si andas cambiando la historia con la tinta y el fusil."
" Bastaría con que en las actas chiapanecas del dolor, conste que mi corazón es una ciencia inexacta, que a regañadientes pacta, con la razón militante. Ojalá, subcomandante, al cabo de este pregón merezca tu absolución, este afónico cantante".

" Pero, elige con cuidado a quién diriges tus cartas, porque hay leyendas que infartan al ánimo más templado".

"¿ Cómo puede merecer corresponsal tan bragado quien desde el mejor hotel de Cancún o de Sevilla oye hablar de la guerrilla como quien oye llover? Y, sin embargo excluido de partidos y banderas, me conmueve tu manera de no darte por vencido, de disputarle al olvido la hoguera del porvenir, de desempolvar la crin del caballo de Zapata, de matar a los que matan, de enseñarnos a vivir".

" Me encargaste una canción y por décimas te salgo, hace meses que cabalgo sobre la contradicción de restaurar la emoción, en tiempos tan iscariotes, con la mano en el escote del verso a la antigua usanza. Así hablaba Sancho Panza con mi señor Don Quijote. Por lo demás, cuídate, cuando vengan por las malas, que no te rocen las balas, que no te falte papel, ni frijoles, ni mujer, que la virgen lacandona te esconda bajo su lona. Te lo pide un gachupín que se despierta en Madrid soñando con tu persona".

AL FINAL ASÍ SE FIRMO LA CANCIÓN ESCRITA POR MARCOS

*Como un dolor de muelas
(Letra: Subcomandante Marcos, Joaquín Sabina / Música: Pancho Varona)

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,
como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,
como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera...
una oración.

Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.
Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.
Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto...
del corazón.

*Al pie de Sabina escribió a mano: "Querido subcomandante, mal y tarde, aquí te adelanto la letra de la canción que saldrá en el febrero. Con ganas de verte pronto. Todos los abrazos” Joaquín Sabina.

De Subcomandante Insurgente Marcos a Sabina

Ejército Zapatista de Liberación Nacional

18 de Octubre de 1996
(como a las no sé cuántas de la madrugada)

A: Joaquín Sabina
Planeta Tierra

De: Subcomandante Insurgente Marcos
CCRI-CG del EZLN
Montañas del Sureste Mexicano, Chiapas
México

Don Sabina:

Yo sé que le parecerá extraño que le escriba, pero resulta que me duele la muela y, según acabo de leer, usted camina ahora por estas tierras que, mientras no acaben por venderlas también, siguen siendo mexicanas. Entonces pensé yo que, aprovechando que me duele la muela y que usted camina ahora bajo estos cielos, pudiera yo escribirle y saludarlo e invitarlo a echarse un “palomazo” con el Sup (a larga distancia, se entiende). ¿Qué dice usted? ¿Cómo? ¿Que qué tiene que ver el dolor de muela con el “palomazo”? Bueno, tiene usted razón, debo explicarle entonces la muy extraña relación entre el dolor de muelas, el que usted camine por estas tierras, la larga distancia y una muchacha. No, no se sorprenda usted de que ahora haya aparecido una muchacha. Siempre aparece una, vos lo sabés Sabina.

Bien, resulta que cuando yo pasaba por esa etapa difícil en que uno descubre en que ya no es más un niño y tampoco alcanza a ser un hombre (esa etapa, vos lo sabés Sabina, en que las féminas se transmutan de molestas a interesantes y hay que ver la de problemas que esto provoca), conocí a un viejo que, sin que se lo pidiera, decidió que tenía que darme un consejo sobre esos seres incomprensibles pero tan amables que eran, y son, las mujeres.

“Mira muchacho —me dijo— la vida de un hombre no es más que la búsqueda de una mujer. Fíjate que digo ‘una mujer’ y no ‘cualquier mujer’. Y por ‘una mujer’, muchacho, me estoy refiriendo a una de “única”. El problema está en que el hombre siempre queda con la duda de si la mujer que encontró, si es que encuentra alguna, es esa ‘una mujer’ que estaba buscando. Yo ya estoy viejo y he descubierto una fórmula infalible para saber si la mujer que uno encontró es la ‘una mujer’ que estaba uno buscando...”

El viejo se detuvo a ver hacia todos lados, como temiendo que alguien más lo escuchara. Yo sentí que algo muy importante estaba a punto de serme revelado, así que puse cara de circunstancia y saqué discretamente un papelito y un lapicero para tomar nota, no fuera a ser que se me olvidara la fórmula (de por sí batallaba mucho con las matemáticas). El viejo carraspeó y, sin poner atención en mi papelito y mi lapicero, me confió:

“Si tú le dices a una mujer que te duele una muela y ella, en lugar de mandarte al dentista o darte un analgésico, te abraza y deja que recuestes la mejilla en sus pechos, entonces, muchacho, esa mujer es la ‘una mujer’ que andabas buscando...”

Yo me quedé perplejo, pero como quiera tomé nota de la fórmula. A mí nunca se me había ocurrido que debía pasarme la vida buscando una mujer, por más que esa mujer fuera “una de única”. A mí se me ocurrían cosas más concretas y factibles, como ser bombero, conquistar el mundo o construir un avión que se controlara sólo con el pensamiento. Respecto a las mujeres, yo me tenía en muy alta estima y estaba más propenso a que esa “una mujer” me encontrara a mí, que a buscarla yo...

Yo tenía como 10 años y una maestra de piano de la que, por supuesto, estaba enamorado. Mi mayor empeño consistía en mirarle unos pechos que se adivinaban como el mejor remedio dental que tenía a la vista. Por supuesto que le apliqué la fórmula, pero ella sólo se me quedó viendo y me dijo que era un pretexto para no practicar en el teclado. Yo de por sí ya sabía que ella no era la mujer de mi vida, 15 años y un piano se interponían entre nosotros.

En fin, el caso es que, como quiera, seguí el consejo del viejo. Ya se imaginará usted, Don Sabina, el desconcierto que provocaba en las muchachas el hecho de que, en cuanto se presentara la oportunidad de estar solos (ese momento en el que el resto de los mortales aprovechan para acercar una mano o unos labios), yo me llevaba la mano a la mejilla y declaraba solemnemente que me dolía la muela...

Es cierto que en esa época no conseguí ninguna, pero acumulé una importante cantidad de analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos y, por supuesto, tarjetas de dentista.

A mí ni se me ocurrió que la fórmula estuviera mal. Así que achaqué mis primeros fracasos a la falta de autenticidad en mi dolor de muelas. Por tanto me di a la dulce tarea de picarme las muelas. Y digo “picarme las muelas” en un sentido literal y no sólo comiendo dulces y bebiendo refrescos. Con clips y palillos, después de una paciente labor de meses, logré picarme dos muelas con tanto éxito que tuve que acompañar la estrategia con una fuerte dosis de antibióticos. Repetí la fórmula, ahora con la confianza de saberme auténtico, y los resultados siguieron siendo magros.

Así hubiera seguido adelante, acabando con mis muelas, si no es porque, ya adolescente, encontré a otro viejo que, cruel, me dijo:

“Mírate en un espejo y así sabrás por qué no tienes éxito con las chamacas. Tu problema está en la cara. Más bien en tu nariz. A los feos, las muchachas no les hacen caso... a menos que sean cantantes”.

¿“Cantantes”? Bueno, esta nueva fórmula le daría reposo a mis muelas (que por lo demás ya estaban definitivamente destrozadas) y me obligaría a un cambio radical en la estrategia. Claro que el problema entonces era saber qué se necesitaba para ser cantante. Resulta que no era tan sencillo como usar palillos y clips. Leí todos los manuales que pude: manuales de carpintería, cerrajería, electrónica, radio y tv, mecánica, y hasta tomé dos cursos por correspondencia, uno de piloto aviador y otro de detective privado.

Créame Don Sabina, que fue muy duro para mí darme cuenta que, con todos los avances de la ciencia y la técnica, no existe todavía ningún manual para ser cantante. Después, escuchando canciones, me di cuenta de que el problema era mayor ya que una cosa era ser “cantante” y otra más difícil era ser “cantautor” o “canta-autor” (vos lo sabés Sabina). Entonces hice trampa, es decir, escribí algunos poemas (o como se llamara lo que escribía) y dejaba siempre pendiente la música.

Por supuesto que seguí cosechando fracasos con las mujeres, pero a cambio logré darle una tregua a mis muelas y juntar una gran cantidad de papeles, papelotes, papelitos y, sobre todo, papelones (vos lo sabés Sabina) con poemas.

Seguro que todo este dilatado relato no le resuelve, Don Sabina, el misterio de la relación entre dolor de muelas, su caminar por estas tierras, la larga distancia y una muchacha. No se desespere usted, ya verá cómo al final de todo (vos lo sabés Sabina) las piezas se acomodan. Bien, continúo:

Resulta que (vos lo sabés Sabina) hay ahora una muchacha que está demasiado lejos y entonces pensé que usted, Don Sabina, podría echarme una mano y una tonadita (mire que no es lo mismo pero pudiera ser igual). Y usted podría echarme una mano si me permitiera tutearlo y, cómplice como ha sido antes sin saberlo, fingiera usted que nos conocemos desde hace mucho tiempo y que, por tanto, es perfectamente natural que usted reciba una carta del Sup redactada en los siguientes términos:

“Sabina (sí, ya sé que te desconcierta este inicial e irreverente tuteo, pero tú compórtate como si tal cosa):

“He trabajado arduamente en los últimos días en la letra que me encargaste para tu nueva canción (¡vamos, quita ya esa cara de espanto!, ya sé que no me has encargado ninguna letra para ninguna canción, pero sígueme la corriente para despistar al enemigo) pero ha sido inútil. No me sale nada original.

“Así las cosas, busqué en el cofre del pirata y sólo encontré un viejo y mohoso poema, que no es tan viejo y tal vez ni a poema llegue, que te puede servir si le das un poco de aliño. Es ideal para ponerle música y escalar con velocidad el hit parade internacional (no me preguntes si para arriba o para abajo), pero tú ya sabes que a nosotros las artistas (sigue fingiendo demencia, no denotes la menor sorpresa) no nos importa la fama (bueno, no mucho).

“En este caso particular, a mí sólo me interesa una muchacha que está demasiado lejos para que pueda yo musitarle al oído este poema y arrancarle así, vos lo sabés Sabina, una sonrisa o una lágrima. Porque es de todos conocido que arrancar una sonrisa o una lágrima de una muchacha que está demasiado lejos, es una forma de que no siga estando demasiado lejos, vos lo sabés Sabina. El poema dice, más o menos, así:

“Como si llegaran a buen puesto 

 mis ansias, 

 como si hubiera dónde 

 hacerse fuerte, 

 como si hubiera por fin 

 destino para mis pasos,

como si encontrara 

 mi verdad primera,

como traerse al hoy 

 cada mañana, 

 como un suspiro 

 profundo y quedo, 

 como un dolor de muelas 

 aliviado 

 como lo imposible 

 por fin hecho, 

 como si alguien 

 deveras me quisiera,

como si, al fin, 

 un buen poema me saliera. 

 Llegar a ti.

“La tonadita puede ir más o menos así: tara-tarara- tarirara-etcétera, vos lo sabés Sabina. El título de la canción podría ser ‘Canción para una muchacha que está demasiado lejos’, o ‘Un dolor de muelas para ella’, o ‘Un dolor de muelas, Sabina, la larga distancia, una muchacha y el Sup’. En fin, ya se te ocurrirá algo. El crédito puede ser ‘Letra: el Sup. Música: Joaquín Sabina’, o ‘Letra y música: Joaquín Sabina (a petición del Sup)’ o como quieras.

“Vale. Salud y ojalá ella entienda.

“El Sup”.

Esa podría ser la carta que usted recibiera y aceptara, Don Sabina.

Y todo esto viene a cuento porque estaba yo solo, con mi dolor de muela y leyendo que usted camina por estas tierras. Entonces pensaba yo que usted, tal vez, estaría de buen humor y magnánimo y que podría contarle yo la historia de los dolores de muelas, mi frustrada carrera como cantautor y una muchacha que está demasiado lejos.

Y pensaba yo que podría escribirle una carta tuteándolo y pidiéndole una tonadita para un mohoso poema. Y pensaba yo que usted me perdonaría el tuteo y el pedirle una tonadita para acercar a una muchacha que está demasiado lejos, y que así se completaría el rompecabezas del inicio.

Y no para que me dispense es que le cuento todo esto Don Sabina, sino para que comprenda. Y comprender, vos los sabés Sabina, es otra forma de absolver.

Vale. Salud y ya sabe usted, si le sobran por ahí un analgésico o una tonadita, no dude en mandármelos. Ambas cosas se agradecen en este asfixiado pecho que le escribe...

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

 

10 de Noviembre

Hoy hace un mes desde ese último día.

No a cambiado nada.

Pero a la vez yo he cambiado mucho.

No estoy mas optimista.

Unicamente he aprendido a vivir con ello.

El tiempo... se dice que todo lo cura, que se acaba olvidando, pero no.

Con el tiempo nos acostumbramos al peso que llevabamos encima, nos hacemos fuertes para cargar con el peso que nos embriaga, el peso que se nos sube a la espalda, donde antes solo había caricias.

 Las heridas siguen ahi, no se curan; aprendemos a convivir con ellas, es la fuerza de llevarlas encima lo que nos hace personas, con cierta experiencia, lo que nos hace viejos. Lo que hace el paso del tiempo es eso, hacernos cada vez mas tristes, mas sabios, menos alegres, porque cada vez tenemos mas que añorar que vivir, más llorar que reír. Pero acabamos riendo, no debemos parecer débiles, "los mayores no lloran, no sufren.." (de cara a los demás... por que los que mas lo necesitan son los que menos lo hacen)

Q casualidad que vosotros os alejárais, el mismo número de día. Un día 10. Vale, distinto mes, distinto año, pero os fuistéis.Y de una manera u otra algo de mi murió. Y algo de lo que se nos muere cada día, con el paso de los segundos, d los minutos, de las horas.... sólo vuelve a nosotros con el recuerdo, con alguna canción....

Sigo en mi línea de vincular  mis sentimientos a las canciones que pra mí significan tanto. Yo soy mi música, la música es mi yo. La música es mi voz, con mi música río, con mi música recuerdo, con mi música lloro, con mi música sueño, escribo, canto, te añoro, te quiero. Con la música os mantengo a los que os habéis ido, cerca.

No os tengo pero os hablo, no os veo, pero os canto, no os oigo pero escucho vuestra melodía al cantar vuestra canción favorita, no veo vuestros ojos, pero siento la luz que irradiaban los mío cuando os miraba. Os recuerdo con las gafas puestas, o sin ellas, os recuerdo a los dos en la playa conmigo, os recuerdo a los dos soportando mis lágrimas, os recuerdo, os llevo en mi mente, OS QUIERO

Ventana sobre la utopía (Eduardo Galeano)

Muchas veces conocemos a gente fantástica, q  te enseñan multitud de cosas curiosas e interesantes, y aprendemos mucho. Hoy mismo, me han enseñado un cuento maravilloso, y tenía que ponerlo aqui.

No dudéis en abrir una puerta, pues detrás de ella podremos encontrar el camino, la felicidad, o al menos la certeza de saber que continuando por ella, nos enriqueceremos como personas, crecemos con el camino, crecemos al decididr si abrir o no la puerta, y crecemos cuando nos aventuramos, sin saber lo que va a pasar a continuación...pero seguro, que las personas que tras ella encuentres, te dejarán huella.

Pues ahí os dejo el cuento.

 

(Gracias Alberto)

Ventana sobre la utopia

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

Eduardo Galeano

Te Olvidaré (Frank Postigo)

TE OLVIDARE

Desperte,y sin saber por que medio la sensacion,
de que dormias a mi lado como siempre amor,
por un momento he sentido tu calor.
Olvide,que estas tan lejos ya de esta habitacion,
que hace semanas que no veo tu sonrisa amor,
que no soporto ni un minuto mas este dolor.
Y pienso, si abrazarme algun tiempo a la vida,
o dejarme arrastrar en la agonia,
expulsarte de mi mente de una vez,
pero no puedo,lo intento.
Te Olvidare,
cuando no pueda ver ya mas la luz de sol,
cuando la tierra gire y gire y no este yo,
cuando lanoche con su manto no me de calor.
Te Olvidare,
cuando la sangre ya no fluya en mi interior,
cuando se pare este pequeño corazon,
cuando muera, amor, te olvidare.
Recorde,aquellos años empapados de ilusion,
que hoy voy mojando por instantes con lagrimas de amor,
y es que mi boca no ha perdido tu sabor.
Regrese,por un segundo, un momento al lugar,
donde juramos amarnos cada dia mas,
y ahora el destino nos separa, nos brinda este final.
Y pienso, si sere capaz de amar a la vida,
en lugar de machacarme en mi agonia,
expulsarte de mi mente de una vez,
pero no puedo, lo intento.
Estribillo.

No voy a cantarte otra vez la misma canción. Odio repetirme...(Silvia Penide)

No voy a cantarte otra vez la misma canción, odio repetirme. Sonrío, aunque la sonrisa que llevo incrustada en mi cara no es la que me gustaría llevar. Pero, no deja de ser una sonrisa… Lo que hace oír una determinada voz, aunque sólo sea por teléfono…lo que hace luchar con uno mismo…..

Ayer al ir a comprar el pan, con música variada en mis oídos, tenía las manos ocupadas. Los dedos de mi mano izquierda sostenían un cigarro, y la mano derecha agarraba la bolsa del pan. No podía cambiar la canción que sonaba en los cascos, pues tenía que desabrochar el abrigo, sacar el discman del bolsillo, quitar el hold… vamos que tenía que hacer mucho, para poder cambiar la canción que estaba empezando a sonar…

“No quiero estar sin ti

Si tu no estas aquí

Me sobre el aire

No quiero estar así

Si tu no estas la gente se hace nadie

Si tu no estas aquí no se

que diablos hago amandote

Si tu no estas aquí sabrás

Que dios no va a entender

por que te vas…”

Y me he quedado escuchándola, aunque hay veces que una bonita, pero triste canción sea mejor no escuchar. Y he mirado al cielo, y he visto pajarillos volar, la libertad de su vuelo, se ha visto interrumpido por una nube negra que ha ocultado el sol, y aunque la melodía y melancolía de mi viento, la a desplazado, llevando tras de si, un torrente de agua…ha dejado duras gotas que de vez en cuando azotan mi barrio, el sol a seguido sin aparecer, se a ocultado tras una mole de edificios grises.

Mi barrio lleva días enteros solitario, aunque la gente no cese de ir a comprar el pan, como yo, aunque no dejen de ir a trabajar o a estudiar como yo.

Pero no hay nadie realmente, cuando por la noche me dirijo algún punto de esta mi geografía, con mi música, cuando me atrevo a volver a escuchar una determinada canción… y entonces miro a la luna, que está despejada, está solitaria, pues en el oscuro Madrid, no le acompañan las estrellas, hay demasiado humo y ruido en esta ciudad.

Hay demasiada gente, pero en el fondo no hay nadie; que se detenga en la rutina de su vida a mirar su reflejo… y entonces suena, “Quiere” de Pedro Guerra, “El vuelo de tu vestido”,de Jose Antonio Delgado, “Extraño en mi soledad” de Alfonso Moreno, o “Dónde estás” de Frank Postigo Con el “why” de April Lavigne, o “Woman” de John Lenon, When I need youO “Dónde tu voz pare el tiempo”…. vuelve a llover, también con Chuquitita de ABBA y La vieja sirena David Jiménez.

Pero mi viento es más fuerte y subo cantando Sonríe en el ascensor, hasta llegar a la puerta de mi casa, con una sonrisa que es menos de lo que me gustaría, pero no deja de ser una sonrisa, con una Heroína Ruth de Penide, en los cascos de mi discman. Ya llegará el día en el que con el reflejo de dos estrellas, vuelva a cantar “Feliz” de Silvia.