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Por si pierdo las maletas

Y finalmente el aire se marcho (provisional)

Conforme pasa el tiempo, te ves cada vez más capaz de controlar los sentimientos, y capaz de dirigir objetivamente tu vida. Pero eso no es así, amas, quieres, te angustias, te preocupas, sientes lo mejor para todos aquellos que te rodean, y un sentimiento de “puedo hacer más pero no puedo” siempre esta presente… la impotencia… la amargura… la felicidad, la alegría… todo esto moverá tu vida quieras o no quieras. Y muchas veces, te sientes y eres como las ramillas, que se han desprendido del árbol, o al menos, ya no te sientes parte de él. Y mientras vas cayendo, cayendo, sin parar… por la fuerza de la gravedad… (sintiendo el aire, sintiéndote libre…) vas cayendo. No sabes por qué pero tienes miedo, tienes miedo de que tu libertad dependa de cómo sople el viento, miedo porque cuanto más peso llevas encima, sobre tus espaldas, la caída será más dura.

El aire te desata las cadenas, ese alguien que te desata de ese árbol que te encadena o del cual no puedes salir al mundo exterior.. (de ese árbol que en realidad eres tú) cuando ese aire te desvincula de todo lo que eres, de todo lo que te duele y te hace daño de ti mismo… cuánto lo agradeces….

Pero, llega un momento que ese aire ( o ese alguien) que te impulsaba a volar, creyéndote libre, cuando ese aire, que te había liberado de tu interior que no te dejaba ver más allá, desaparece, o dejas de sentir acompañado por él en tu vuelo, cuando ese aire, ya no te abriga con su aliento, al compás de una canción… sientes miedo, pues lo que te libró de lo que más te apenaba, te a dejado a tu suerte, y vuelves a caer, de echo sigues cayendo pero esta vez a un abismo, o al menos al vacío, pues nunca sabes que te depara el viaje.. Un abismo, en el que los signos de interrogación estánen tu cabeza, no entiendes que fallaste, ¿ no supiste volar a la par del aire’, ¿ no fuiste capaz de mantenerte en él, y por ello te precipitas al vacío… T sientes vació por haber perdido lo que apreciabas, por haberte quedado solo, por no haberle podido enseñar al aire, que tú tb puedes liberar, que tb eres capaz de demostrar que la vida es bonita, que eres una ramita, no una cualquiera, sino una determinada ramita

Las preguntas, te acechan, no dejas de pensar en que habría sido si hubieras seguido con él como siempre….

Caes a un río, al río de la lluvia de tus ojos, un río que te arrastra, quieras o no por el camino de los sentimientos, un río, en el que hay otras ramas.

Creo que hagamos lo que hagamos, queramos o no queramos, lo s sentimientos van a determinar, nuestra actuación, pero siempre estaremos condicionados también por los sentimientos de los demás, pero sobre todo nunca sabremos, si el aire nunca nos acompaño, y fue nuestro deseo de estar acompañados, o es que simplemente lvuestros sentimientos, no eran los mismo, no eran complementarios, o no congeniaban… Y finalmente… el aire se marchó.

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